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Commodore 64c Está en: Commodore 64c Ficha
IniciosTras algunos experimentos que no tuvieron demasiado éxito, como el SuperVIC y el Commodore MAX, tras el VIC-20, en enero de 1982 aparece el producto que realmente elevó a la firma hasta la primera línea en el campo de la microinformática: el Commodore 64, también conocido como C64 y como la panera (por la forma que tenía el modelo original). También se conoció con los nombres en clave VIC-30 y VIC-40, al ser el sucesor del VIC-20. GráficosEl C64 tenía, como su nombre indicaba, 64 KBytes de memoria (38911 bytes libres desde BASIC), una capacidad enorme para aquella época en la que Atari o Apple II ofrecían 48 KBytes y el IBM PC 64 KBytes. El C64 incorporaba el nuevo circuito integrado VIC-II, una versión mejorada del chip de vídeo del VIC-20 que permitía trabajar cono 25 líneas x 40 columnas de texto y con gráficos en dos resoluciones distintas: 160x200 y 320x200 píxeles con 16 colores y hasta 8 sprites por hardware. Esto colocaba las capacidades gráficas del C64 por encima de las de la competencia, especialmente de los IBM PC y Apple II. SonidoAdemás del VIC-II, el C64 contaba con un integrado específico de audio, denominado SID (Sound Interface Device). Este integrado creó una nueva categoría de chips de audio para microordenadores, con sus 3 osciladores de 8 octavas con cuatro generadores de onda por oscilador, filtros de paso bajo y paso alto, control de volumen, etc. Si en cuanto a gráficos el C64 estaba por encima, al hablar de audio su ventaja era aún superior.
En los cuatro años siguientes a su nacimiento el C64 acaparó el mercado de ordenadores personales, llegando a hacerse con un 40 por ciento superando a IBM PC y compatibles, Apple II, TRS-80 y los Atari 400/800. Las ventas alcanzaron los 2 millones de unidades anuales y, al alcanzar el final de su vida, en 1994, se calcula que Commodore vendió unos 30 millones de C64, lo cual le convierte en el ordenador personal más vendido de la historia (y así figura en el libro de los records Guinnes). ActualizaciónEn 1986 Commodore actualizó el C64 con una versión a la que denominó C64C. Aparte de simplificarse la circuitería, sin modificar la memoria disponible, los integrados VIC-II y SID ni el intérprete de BASIC, la diferencia fundamental fue el diseño de la carcasa: se abandonó la panera heredada del VIC-20 ofreciendo en su lugar un teclado de mayor tamaño y un color más claro (véanse las fotografías siguientes).
El C64 no solamente era más barato y contaba con un hardware más potente que la productos de la competencia sino que, además, resultaba más amigable ya que bastaba con conectarlo para obtener la pantalla de bienvenida de la fotografía inferior, una característica heredada del VIC-20 (the Friendly Computer) y poder comenzar a trabajar. El intérprete de BASIC estaba en ROM y se iniciaba automáticamente, mientras que otros microordenadores era preciso introducir un cartucho, como en los Atari (a los que dedicaré la próxima entrada), o bien cargarlo de disco.
Además de la unidad de casete, el C64 podía conectarse a una unidad de disco externa (véase la entrada dedicada a las unidades de almacenamiento) lo cual habría las puertas a GEOS (Graphic Environment Operating System), un sistema operativo con una interfaz gráfica muy superior a las de Windows 1 y Windows 2 (las primeras versiones de Windows para IBM PC). El éxito del C64 provocó que Commodore lo utilizase, con suerte dispar, como base para la fabricación de otros productos de la marca: el Max Machine que únicamente se vendió en Japón (contaba con 8 KBytes de RAM y un teclado de inferior calidad), el C64GS (Commodore 64 Game System) que se diseñó como una consola de juegos basada en cartuchos, el Commodore SX-64 fue la versión portátil del C64 (incluía en una maleta el ordenador, la pantalla, el teclado y las disqueteras de 5.25) y tuvo cierto éxito, ampliándose posteriormente con los modelos DX-64 y SX-100.
CuriosidadesLa decisión de Commodore de incluir en el C64 el mismo intérprete de BASIC que en el VIC-20 complicó la vida a los usuarios-programadores, ya que no había sentencias para trabajar con los gráficos, sprites y sonidos, por lo que había que recurrir a los famosos POKE para realizar todas esas tareas. Se podría haber encargado una nueva versión del intérprete de BASIC a Microsoft, pero el uso de la licencia que se tenía evitó que la empresa de Bill Gates cobrase royalties por esas 30 millones de copias del Commodore BASIC. También decir que aún hoy es posible encontrar en bazares unos teclados conectables al televisor que internamente son un C64, existiendo asimismo emuladores de este ordenadores para algunas consolas de videojuegos actuales. |
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