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Amstrad PCW8256 Está en: Amstrad PCW8256 Ficha
IntroducciónA diferencia de otros nombres que están en la historia de la microinformática por derecho propio y que comparten un perfil técnico común, de los que quizá el más notable exponente sea Sir Clive Sinclair, Alan Sugar no era ingeniero ni inventor, sino un vendedor en el sentido técnico del término, con grandes dotes para el marketing y para saber qué quiere el mercado en cada momento (la gama Plus fue uno de sus pocos errores en este sentido). Sugar sabía que una de las aplicaciones más demandadas por las empresas (a mediados de los 80) era el procesamiento de textos, campo en el que se añadieron a las máquinas mecánicas clásicas máquinas de escribir eléctricas y electrónicas con multitud de funciones. Incluían el almacenamiento y recuperación de documentos en una memoria interna y la creación de plantillas para generar cartas personalizadas, pero no era un ordenador sino una máquina de escribir, sin pantalla, posibilidades de edición o almacenamiento externo. Por entonces adquirir un ordenador, el software de procesamiento de textos y una impresora de buena calidad implicaba una importante inversión para cualquier empresa, que podía ascender hasta los 6.000 euros o incluso más, según se eligiese una solución de IBM, Apple o Xerox. Amstrad diseñó una alternativa que, por la décima parte del coste, incluía todos esos elementos y algunos más con unos requerimientos mínimos de espacio: el PCW 8256, lanzado a finales de 1985. Las siguientes fotografías corresponden al PCW 8256 sin impresora. HardwareSiguiendo la filosofía de fabricación de Amstrad, quizá llevándola hasta el extremo, todos los elementos del sistema salvo teclado e impresora se encuentran incluidos en el monitor: el microprocesador y circuitos integrados de soporte (vídeo, ULA, etc.), la memoria, la unidad de disco y el firmware que se encargaba incluso del control de la impresora. El bajo coste del sistema se consiguió gracias a esta integración y también usando componentes más baratos, como el microprocesador Z80 en lugar de los caros procesadores de 16 ó 32 bits de los productos de la competencia. La impresora tenía una muy buena calidad (era de margarita, cuando entonces lo habitual eran las 9 ó 24 agujas) y el software incluido funcionaba muy bien. SoftwareTodo el software para el PCW 8256 se facilitaba en discos de 3 pulgadas (no había software en ROM), ofreciéndose como parte del paquete el procesador de textos LocoScript, el sistema operativo CP/M+, el intérprete de Logo Dr. Logo y el intérprete de BASIC Mallard BASIC, derivado del Locomotive. Éste era un BASIC muy potente y permitió el desarrollo de software para el que no estaba pensado inicialmente este ordenador, incluyendo juegos, terminales punto de venta, contabilidades, etc. De hecho en la Universidad de Jaén era el ordenador utilizado en algunas clases prácticas. SucesoresLa línea PCW fue creciendo de forma paralela a la gama CPC, estando la primera dirigida al segmento profesional y la segunda al de ocio y siendo totalmente incompatibles entre sí salvo al usar CP/M. Al modelo anterior se unió el PCW 8512, con el doble de memoria (512KB) lo cual le permitía trabajar con documentos de mayor tamaño. En 1987 se lanzó el PCW 9512, con una nueva impresora y un aspecto más profesional, del que se derivaron el PCW 9256 y el PCW 9512+ ya en 1991. Estos dos últimos modelos sustituyeron la unidad de disco de 3 pulgadas por una de 3.5, poniendo así fin a uno de los elementos más discutibles de los ordenadores Amstrad desde su creación. Los dos últimos integrantes de esta familia fueron el PCW 10 y el PCW 16, ambos seguían usando un microprocesador Z80 y ofrecían LocoScript y CP/M, pero el segundo contaba con una interfaz gráfica de usuario y era incompatible con todos los modelos precedentes. El PCW 16 se lanzó en 1995, cuando los compatibles PC ya se habían hecho por completo con el mercado de la informática personal. |
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