|
Ralph Baer Está en: Ralph Baer
Baer quería construir un sistema de videojuegos comercial para jugar en casa igual que vemos la televisión. Trabajaba en una empresa dedicada a los aparatos de televisión allá por 1951 y propuso agregar a uno de los televisores un sistema de juego interactivo, algo que resultó absurdo y fué rechazado. Posteriormente, en 1966 y por su cuenta, construyó la primera consola doméstica de videojuegos. Baer sabía lo que quería hacer pero tuvo que luchar durante años para encontrar empresas o inversores que confiaran en él para poner en el mercado su primera consola (Magnavox Odyssey), lo que por fin consiguió en 1972 con un relativo éxito. Actualmente reside en Manchester, New Hampshire. BiografíaBaer nació en Pirmasens(Alemania), el 8 de Marzo de 1922 pero emigró a Estados Unidos en 1938, huyendo del Holocausto que estaba a punto de empezar en Alemania, donde su familia era mal vista por sus orígenes judíos. En su país de acogida trabajó en varias empresas como instalador de radio antes de ser reclutado por el ejército estadounidense para la segunda guerra mundial en 1943 y ser destinado a Inteligencia Militar en Francia. A su regreso, tres años después, trabajó en diversas empresas de radio y televisión hasta ingresar en Loral Electronics en 1951, donde se le encargó el diseño y creación de equipos de TV junto a Leo Beiser. Una de las ideas que Baer propuso es la creación de sencillos juegos interactivos instalados en el televisor, idea que la compañía rechazó de pleno. El primer VideojuegoCuando inventó el primer videojuego, Ralph H. Baer era ingeniero de una subcontrata del ministerio de defensa americano. La idea le venía de antiguo; en 1951 ya se había interesado por la idea de utilizar televisores "para algo más que seguir la programación comercial" y hasta le había propuesto el experimento a la compañía Loral Electronics, para la que trabajaba construyendo receptores de televisión. Su jefe Sam Lackoff le había pedido que diseñara "el mejor televisor del mundo" y, según sus memorias Videogames in the Beginning, Baer le propuso convertirlo en un terminal de juegos, además de televisor. La idea era crear un sistema de interacción entre el usuario y el televisor, una posibilidad novedosa que les daría ventaja sobre la competencia en plena fiebre de la televisión. Sorprendentemente, "interactivo" no le sonó bien a Sam Lackoff, que rechazó la propuesta diciendo: "limítate a construir el receptor que ya estás fuera de plazo". Tras 4 años trabajando en Transitron, llegó a Sanders Associates en el año 1956. En dos años es nombrado Jefe de la división de equipamientos. En un momento en que en Estados Unidos había 40 millones de televisores, Baer no deja de darle vueltas a la idea de que todos ellos pueden usarse para algo más que el visionado de la programación convencional. En septiembre de 1966, mientras espera en una parada de autobús, recupera su idea de los juegos para televisión y realiza unos bocetos donde habla de un pequeño receptor que conectado a un aparato de televisión permitiría jugar a varias modalidades de juego diferente (juegos de cartas, deportes, estrategia, etc.) : “Cuando llegué a la oficina en New Hampshire empecé a transcribir esas notas perfilando la idea de jugar a juegos en cualquier TV. (...) Mi idea entonces era desarrollar una pequeña caja de juegos que hiciera las cosas fáciles y que no costara más de 25 dólares”. Después, según sus propias palabras, se dijo: "qué demonios. Vamos a llamarlo TV Games". Para el mes de octubre ya tiene listo su primer juego, “Chase Game”, en el que un punto de la pantalla representando al gato debía perseguir al punto que representaba al ratón hasta alcanzarlo. Era el 20 de octubre de 1966 y había nacido el videojuego tal y como lo conocemos a día de hoy. Durante los meses siguientes y con un capital inicial de 2000 $, Baer empieza a poner en marcha una división de Desarrollo de Juegos de TV. En 1967 junto a Bill Harrison consigue reconvertir un rifle de juguete en el primer periférico de la historia, creando un muy elemental juego de disparos. El nuevo descubrimiento encantó al director de I+D Herb Campman, quien les otorgó 8.000$ más de capital para perfeccionar su dispositivo. Los resultados no se hacen esperar: a finales de 1967 entra en juego un tercer punto además de los dos controlados por los jugadores. Ese punto controlado por la computadora, se empieza a usar como pelota en juegos deportivos, resultando en juegos de ping-pong (Para los que se usaba fondo verde), hockey (con fondo azul), además de los ya clásicos de persecución y de disparos con el rifle, el cual ya contaba con una segunda versión mucho más precisa. En 1968 se intenta una primera comercialización a través de la industria del Cable, que debía proporcionar los fondos estáticos sobre los que interactuaría el jugador a través de la "Brown Box" (nombre provisional del prototipo). Con un acuerdo ya casi cerrado con TelePrompTer, éste se ve cancelado en el último momento por la crisis que atraviesan las operadoras de cable a finales de los 60. Tras éste primer intento fallido, se cambia de objetivo y se pasa a negociar con los fabricantes de televisores: RCA son los primeros en mostrarse interesados, pero las negociaciones fallan de nuevo en el último suspiro y finalmente es Magnavox quien invierte en el proyecto. En otoño de 1971 ya se dispone del primer prototipo, con algunas modificaciones respecto a la "Brown Box" original: los juegos en memoria se sustituyen por tarjetas programadas, y los fondos de color son reemplazados por cartulinas plásticas que se sobreponen a la pantalla. En 1972 sale a la calle la primera consola: La Magnavox Odyssey ITL200 a un precio de 100$. Es el punto de partida de la primera época del videojuego doméstico. Años más tarde Baer seguiría innovando al diseñar el Simon, uno de los juguetes más populares de todos los tiempos. Acontecimientos
|
|